ESTATUS LEGAL VIGENTE
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El pasado 20 de septiembre de 2021 el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico protege al lobo ibérico (Canis lupus Linnaeus) incluyéndolo oficialmente entre las especies del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESRPE) y el Catálogo Español de Especies Amenazadas mediante la orden ministerial TED/980/2021.
Enlace a la Orden TED/980/2021
https://www.boe.es/boe/dias/2021/09/21/pdfs/BOE-A-2021-15244.pdf
En septiembre de 2023 la Comisión Europea insta a las comunidades locales, a los científicos y a todas las partes interesadas a que presenten datos actualizados sobre el estado de conservación de los lobos europeos, con la finalidad de analizar si es preciso una actualización del estatus de protección, a fin de introducir, en caso necesario, una mayor flexibilidad en la gestión de la especie.
ESTADO DE CONSERVACIÓN EN ESPAÑA
1. El Lobo Ibérico debería seguir gozando de la máxima protección legal, no teniendo cabida la aplicación por parte de las Comunidades Autónomas de medidas excepcionales que abran la posibilidad de muerte vía batidas, autorizadas por daños continuados en la ganadería, tanto por razones objetivas como comparativas con otras especies ya protegidas en el RD 139/2011. En este sentido, considero que su inclusión en el “Listado” debería suponer el fin de la muerte de ejemplares por caza deportiva y gestión poblacional, ya que los controles letales, de ser necesarios, se deben justificar debidamente y se hacen bajo criterios estrictamente técnicos y científicos, que en la actualidad se manifiestan insuficientes. Teniendo en cuenta que uno de los objetivos de proteger una especie es permitir su reproducción y la ampliación de su territorio para llegar a ocupar aquéllos en los que ya ha desaparecido. Resulta sumamente complejo realizar un censo de una especie con una dinámica poblacional tan elástica como la del lobo ibérico. En España se han realizado dos censos nacionales, las conclusiones del segundo censo nacional realizado durante los años 2012-2014 estimó la presencia de 297 grupos reproductores distribuidos en menos de 100.000 km 2 , no hallándose cambios significativos con el primer censo nacional, por lo que se podría afirmar en base a los datos oficiales que el crecimiento de la especie se encuentra estancado, más si añadimos lo vivido en la última década con una clara regresión y estancamiento en zonas de presencia como País Vasco, La Rioja, Valladolid, Burgos o Andalucía, indicadores de que la mortalidad anual puede estar próxima a la tasa de reclutamiento, lo que impediría su dispersión natural.
Dicho esto, debemos entender que, si bien para evaluar el estado de conservación de una especie sí debemos tener en cuenta el número de individuos y para eso los censos resultan muy útiles, no hay que minusvalorar la cuantificación de la edad y el sexo de los ejemplares son imprescindibles para conocer la viabilidad de la población, su etología y función real como gran depredador en el ecosistema que habita, aspectos que los actuales censos no entran a valorar. Al mismo tiempo, es preciso recordar que es necesario vincular al estado de conservación todas las amenazas a las que se enfrenta la especie, para poder realizar una correcta evaluación de la viabilidad real de la misma alargo plazo.
En el caso del lobo, su viabilidad futura vendrá condicionada por varios factores: por el nivel de endogamia de la especie, un cuello de botella genético que ha sido provocado por su persecución directa e indiscriminada realizada en las décadas anteriores a la aprobación de la ley de caza de 1970, por la casi ausencia de corredores ecológicos ibéricos, todavía más amenazados por los futuros planes eólicos y por la actual imposibilidad de acudir al encuentro genético del lobo italiano principalmente, además de por persecución directa vía furtivismo, atropellos y, en particular en Galicia, la fuerte degradación y fragmentación de su hábitat.
Los autores del estudio “Signatures of demmographic bottlenecks in European wolf population” rebajan en una cuarta parte las cifras de los censos oficiales que estiman las poblaciones en unos 2.000 ejemplares y señalan que la población efectiva, aquella que realmente resume la viabilidad genética futura,
es en realidad de unos 50 ejemplares únicamente.
Los autores del estudio Loss of Mitochondrial Genetic Diversity Despite Population Growth: The Legacy of Past Wolf Population Declines, publicado en diciembre de 2022, concluyen que el lobo ibérico pierde diversidad genética a pesar de su aparente recuperación poblacional, señalando la necesidad de unincremento y redistribución rápido de las poblaciones de la península ibérica para garantizar su supervivencia.
Debido a la actual escasa variabilidad genética provocada por el enorme retroceso demográfico de la especie, con especial atención a la situación provocada en el siglo XX, hace que la endogamia y la hibridación aparezcancomo riesgos presentes que deben evitarse favoreciendo el crecimiento constante de las poblaciones y su dispersión por el territorio y, para ello, es requisito indispensable alejar al lobo ibérico de los controles poblacionales por
no estar justificados.
Referencias:
Signatures of demographic bottlenecks in European wolf population. Natalia Sastre. Carles Vilà. María Salinas. Valdimir V. Bologov. Vicente Urios. Armand Sánchez. Olga Francino. Óscar Ramírez ConservGenet (2011) 12:701-712 DOI 10.1007/s10592-010-0177-6. http://digital.csic.es/handle/10261/43495
Loss of Mitochondrial Genetic Diversity Despite Population Growth: The Legacy of Past Wolf Population Declines. https://doi.org/10.3390/genes14010075
2. La gestión vía el control letal de ejemplares no reduce los daños a la ganadería, pudiendo incluso incrementarlos debido a la desestructuración de los grupos o la eliminación de individuos clave dentro de los mismos, que en ocasiones motivan cambios en las conductas sociales de los mismos.
Referencias:
Wielgus RB, Peebles KA (2014) Effects of Wolf Mortality on Livestock Depredations. PLoS ONE 9(12): e113505.
https://doi.org/10.1371/journal.pone.0113505
Fernández-Gil A, Naves J, Ordiz A, Quevedo M, Revilla E, Delibes M (2016) Conflict Misleads Large
Carnivore Management and Conservation: Brown Bears and Wolves in Spain. PLoS ONE 11(3):
e0151541.
https://doi.org/10.1371/journal.pone.0151541
Las batidas aprobadas por la administración gallega con anterioridad a la inclusión del lobo en el LESRPE han fracasado en su objetivo.
La aprobación de batidas genera un aumento directo de las muertes de lobo por furtivismo, ya que este tipo de actuaciones le restan valor al lobo ibérico ante la sociedad, y da una percepción de mayor impunidad a aquellos que, una vez fracasadas las batidas autorizadas por la administración, deciden eliminar individuos de manera furtiva. Uno de los mayores problemas para la viabilidad de lobo en Galicia ha sido y es su caza furtiva e indiscriminada, ya que en la actualidad el lobo es eliminado manera sistemática y silente.
Desde Grupo Lobo estimamos que existe una mortalidad no natural cercana a
los 200/250 ejemplares anuales provocada por prácticas furtivas en Galicia, lo que provocaría el estancamiento de la población de lobos gallegos, además de la alteración de su comportamiento por no tener en cuenta el papel del individuo abatido en ese territorio.
Referencias:
Chapron, G.; Treves, A. Blood does not buy goodwill: allowing culling increases poaching of a large
carnivore.
https://doi.org/10.1098/rspb.2015.2939https://www.researchgate.net/deref/http%3A%2F%2
Fdx.doi.org%2F10.1098%2Frspb.2016.2577
Con la protección del lobo se permite combatir de manera eficiente esta lacra, ya que matar un lobo se considera un delito penal (art. 334 Código Penal) lo que podría acarrear mutas de hasta dos millones de euros, o en caso de incurrir en infracción penal, hasta dos años de prisión.
3. La protección legal del lobo ibérico es necesaria e imprescindible para asegurar la supervivencia de un depredador apical, clave para la recuperación del equilibrio ecológico que debería imperar en nuestros ecosistemas terrestres. Es precisamente el desequilibrio generado por la excesiva presión cinegética que se ejerce tanto sobre el lobo como sobre sus presas naturales, la causa de la mayor parte de las incidencias del lobo con la ganadería extensiva.
El lobo es una joya ecológica que aporta riqueza cultural y a las joyas se las tiene que proteger. El lobo mantiene los ecosistemas sanos y en equilibrio, regulando la cantidad de ungulados y de otros mamíferos más pequeños y realizando una auténtica función de veterinario de la naturaleza, controlando sanitariamente las poblaciones de especies presa, reduciendo así la transmisión de zoonosis.
4. El Lobo Ibérico forma parte del patrimonio de nuestra biodiversidad, y su protección es imprescindible para el desarrollo de actividades de turismo sostenible basadas en la observación de la fauna, que se está presentando en muchas regiones como uno de los principales motores de desarrollo rural, contribuyendo de manera notable a la fijación de la población rural en cada vez más municipios de nuestra geografía.
5. La estricta protección del lobo exige prestar atención a los insuficientes recursos existentes en muchas de las explotaciones ganaderas españolas que sufren sus ataques reiteradamente, ya que en España existe un amplio margen
de mejora en la implementación de medidas preventivas que favorezcan la coexistencia lobo/ganadería.
Es necesario alejar al lobo del control letal, tanto el legal como el ilegal. Los controles de poblacionales de lobos se realizan pese a no estar científicamente probado que la eliminación de ejemplares tenga incidencia directa en la
disminución de daños al ganado y, vista la experiencia de Galicia en la última década, se observa que de nada han servido las estrategias basadas en batidas.
6. Degradación de hábitat: con la protección del lobo ibérico es necesaria una revisión acerca de los efectos sobre la vida silvestre que desencadenan los procesos de fragmentación derivados de los cambios de uso del terreno, con el objeto de poder optimizar la eficacia las estrategias de conservación que afectan al cánido.
Es necesario reincidir en que la variabilidad genética del lobo ibérico es muy baja, por lo que la endogamia podría acelerar la extinción de la especie, siendo fundamental para la viabilidad del lobo ibérico frenar las actuales solicitudes de
gestión por muerte, lideradas por algunas comunidades autónomas españolas, en las que la degradación del hábitat de la especie, la inexistencia de implementación de medidas preventivas que faciliten la convivencia, cuello de botella genético, ausencia de censos y seguimientos fiables, hacen que no se den las circunstancias para autorizar la eliminación de lobos ibéricos en territorio español.
En el caso de la Comunidad Autónoma de Galicia, con unas políticas que contemplan la ubicación de parques eólicos en las cimas que deberían ser corredores verdes. Las cuerdas de las montañas tampoco son respetadas por las plantaciones de eucaliptos, las cuales, además de impedir la visión del paisaje, se constituyen en verdaderas barreras para la biodiversidad autóctona y una vía de circulación libre para los incendios forestales. Esta realidad anual que constituyen los incendios, su proliferación, su amplitud y el alarmante aumento de su intensidad, con la aparición más que probable de incendios de sexta generación, no se contempla en ningún proyecto de ocupación de los cordales de las montañas. Las cimas deberían estar ocupadas por vegetación autóctona ignífuga o difícilmente inflamable, para servir de barrera antincendios y transformarse en verdaderos corredores verdes que unan los fragmentos de la naturaleza que queda y, como parte inseparable de ella y síntoma de buena salud, las poblaciones de nuestros lobos ibéricos.
Referencias:
Contrasting patterns of lichen abundance and diversity in Eucalyptus globulus and Pinus pinaster plantations with tree age. María
Calviño-Cancela. Max Neumann. M. Eugenia López de Silanés.
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0378112719325538
Biodiversidad en plantaciones de eucalipto y en robledales del sur de Galicia: plantas y aves. S. Bas López. J. Guitián Rivera. M.
Sobral.
https://www.google.com/url?sa=t&source=web&rct=j&url=https://revistas.usc.gal/index.php/nacc/article/view/5192/5918&ved=
2ahUKEwiXooac16PxAhUuxIUKHcGACMcQFnoECBsQAQ&usg=AOvVaw0qoC0tGxpsrtYwiXjD9BDE
ESTADO DE CONSERVACIÓN EN EUROPA
El lobo es un mamífero carnívoro de la familia Canidae, y un superdepredador situado en lo alto de la cadena trófica que mayoritariamente se alimenta de presas que caza (Barja, 2009; Abarzuza, 2013). Ancestralmente, estos lobos estaban ampliamente distribuidos por todo el continente europeo, siendo el mamífero con el área de distribución más amplia, exceptuando el ser humano (Abarzuza, 2013), pero a partir del siglo XIX sus poblaciones comenzaron a verse mermadas, ya que empezaron a ser sometidos a un intenso exterminio para evitar depredaciones del ganado (Mech, 1970; Hindrikson et al., 2017). Este hecho les llevó cerca de la extinción, y a día de hoy su extensión por la Unión
Europea es escasa comparada con la original, aunque alrededor de 1960 se comenzaron a recuperar (Salvatori y Linnell, 2005). Las razones de esta recuperación tras reducirse su persecución se deben a su gran capacidad de adaptación y su elevada fecundidad (Blanco, 2017).
Hoy en día, el lobo ha vuelto a ganar un cierto respeto y popularidad en la sociedad, sobre todo entre la población urbana, gracias a nuevos estudios que esclarecen su importancia en la conservación de la diversidad biológica y en el
funcionamiento de los ecosistemas, ya que es una especie clave (Fernández-Gil, 2013). Esto es debido a que, desde los años 90, una buena parte de la literatura científica ha abordado su imprescindible papel en el mantenimiento de la estructura de las comunidades animales a través de complejas cascadas tróficas (Mattioli et al., 2018), y es que este gran carnívoro cumple un rol muy importante en mantener el equilibrio entre el número de depredadores, el de ungulados y la densidad vegetal óptima (Fortin et al., 2005). Por lo tanto, en la actualidad, resulta imprescindible recuperar y mantener sus poblaciones en algunos países como Alemania, España e Italia.
Estos cánidos salvajes son capaces de vivir en una gran variedad de ambientes, como las grandes montañas, áreas agrícolas y cerca de las ciudades. De hecho, el hábitat de los lobos ha sido definido como “cualquier lugar con disponibilidad de comida donde la persecución humana no ponga en peligro su supervivencia” (Sánchez 2015).
A nivel internacional, los lobos están incluidos en varias estrategias de conservación. En 1996, la IUCN los clasificó como vulnerables (VU) en su lista roja. También, la IUCN aprobó un Manifiesto de Conservación del Lobo por primera vez en 1973, que se revisa periódicamente para incorporar cambios en el estatus del lobo y nuevas estrategias de conservación. El convenio CITES posiciona al lobo en el Apéndice II, como especie potencialmente en peligro. Por último, el Parlamento Europeo aprobó la resolución Doc. A2-0377/88, Ser.A, la cual demanda acciones inmediatas a favor de la conservación del lobo en toda Europa (Salvatori y Linnell, 2005).
Todas estas medidas de conservación que han sido implementadas, tanto en Europa como en España, desde la segunda mitad del siglo XX, han posibilitado la expansión gradual de muchas poblaciones de lobos. La protección de zonas silvestres de Europa, los cambios socioeconómicos, las leyes innovativas, el compromiso público y político, la recuperación de especies de ungulados silvestres y la habilidad de dispersión que tienen los lobos han facilitado que la
especie recolonice algunas áreas de distribución originales (Hindrikson et al.,2017).
Los conflictos ancestrales entre todos los depredadores del orden Carnívora y el ser humano tienen su origen principalmente en que ambos son competidores por los mismos recursos alimentarios: el ganado y las especies cinegéticas. Estos conflictos han tenido lugar a lo largo de toda la historia, y, aún hoy en día, los depredadores se ven sometidos a una incesante persecución por parte de los humanos, siendo esta persecución la principal causa de la reducción de reduciendo sus poblaciones y su área de distribución.
Nos resulta complicado entender las afirmaciones realizadas el pasado día 04 de septiembre de 2023 en la nota de prensa de la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyer, “El regreso del lobo a Europa supone un peligro real; para la ganadería y la vida humana”, afirmaciones muy alejadas del rigor científico y de los datos actuales, que solo sirven para agitar el fantasma de la revisión del estatus de protección de la especie, actualmente regulado por la Directiva de Hábitats (Directiva 92/43).
La relación entre los humanos y los grandes depredadores ha cambiado a lo largo de la historia. En un principio huíamos de ellos y evitábamos su territorio, pero hoy en día no es así. Muchas personas insisten en eliminarlos y otras muchas luchan por protegerlos. Debido a los grandes territorios en los que viven los grandes carnívoros, su conservación no debe centrarse únicamente en áreas protegidas. Debe conservarse en el medio natural. Normalmente este medio es de uso múltiple y, es aquí, donde se producen conflictos con los humanos. Los conflictos son diversos e incluyen la depredación del ganado y la competencia por los ungulados salvajes (caza mayor). Sin embargo, uno de los más graves problemas es ser herido o asesinado por un gran carnívoro. La matanza de tigres, leones, leopardos, pumas y osos (oso pardo, oso negro, oso polar y oso perezoso) ocurre con regularidad y cientos de personas mueren anualmente en todo el mundo.
Aunque el peligro que representan los lobos para la seguridad humana sigue siendo controvertido, desde Grupo Lobo entendemos que las personas no deberían tener miedo a recibir un ataque de lobo ibérico, ya que es un animal huidizo que evitará el contacto con nosotros ya que nos tiene un miedo fundado en su experiencia y evitará por todos los medios estar cerca de nosotros.
En los últimos 100 años no existen ataques a humanos en Europa, existen algunas incidencias que resultan difíciles de documentar, por lo que podemos asegurar que los ataques de lobos a humanos no se producen en Europa, o no presentan una incidencia reseñable
Pocos amigos tiene el lobo, otro problema es la falta de implicación por parte de las diferentes administraciones europeas, seguido de la nula aceptación de la especie por parte de las explotaciones ganaderas en tierras loberas. Podemos y debemos convivir con el lobo, es prioritario habilitar una batería de ayudas para aquellas explotaciones con ataques, para que implementen medidas preventivas que les ayuden a minimizar los daños y eleven así su rentabilidad.
Por otra parte, se deben reducir las trabas burocráticas para solicitar las indemnizaciones por ataques de lobo y estas deben ser justas e inmediatas, denegándose o minorándose en aquellas explotaciones carentes de medidas
preventivas. Las medidas de prevención de los ataques de lobo tienen en Europa un margen de mejora importante, siendo los principales sistemas para emplear el uso de mastines, cierres fijos y combinación de cierres móviles y mastines. Estos sistemas de protección combinados con el pastoreo y la adopción de buenas prácticas como la recogida del ganado por la noche, control de partos y protección del ganado más sensible son la mejor arma contra la amenaza que pueda suponer el lobo a la cabaña ganadera, sorprende por tanto la no implementación de medidas preventivas y la no fiscalización por parte de la Comisión Europea, de los abundantes fondos públicos que reciben los ganaderos con la finalidad de cumplir con la legislación actual y criar sus animales protegiendo la biodiversidad, incluido el lobo y sus animales.
RECORDAR la obligatoriedad de cumplir con la legislación por parte de agricultores y ganaderos para poder seguir recibiendo las ayudas públicas. Creemos que la Comisión Europea y en particular su presidenta se han equivocado, al realizar unas declaraciones sin justificación científica, basadas únicamente en los intereses de un sector, que lo único que pretende es seguir sobreexplotando y degradando el hábitat en un momento de crisis climática y
ambiental sin precedentes.
La Directiva Europea, y la Legislación Española, ya contempla el control de las poblaciones de lobos y la autorización de batidas, en casos excepcionales y de interés público.
Hasta doce países de la Unión Europea ya se pronunciaron, por escrito, en contra de rebaja la protección del lobo: Eslovaquia, Bulgaria, Alemania, Grecia, Irlanda, Chipre, Luxemburgo, Austria, Portugal, Rumanía, Eslovenia y España que incluyo esta especie en el LESRPE (Listado de especies en régimen de protección especial) en el año 2021, dando cumplimiento a la Ley 42/2007 de Patrimonio Natural y a los convenios internacionales sobre biodiversidad como
la Directiva de Hábitats, CITES, Convenio de Berna.
Es responsabilidad de la Comisión Europea y de los estados miembros abogar por un método participativo que permita la coexistencia entre lobos y actividades humanas, a través de una apuesta clara por la implementación de medidas preventivas, que permitan minimizar los ataques de fauna salvaje a las explotaciones, para evitar que los conflictos entre humanos y lobos lastren la protección del lobo y su recuperación.
La legislación europea y posteriormente la española lo protegió con la finalidad de favorecer su expansión y sí, se expande, pero su distribución actual está muy lejos de lo deseable, por no hablar de su estado de conservación.
Septiembre de 2023
ASOCIACIÓN MEDIOAMBIENTAL GRUPO LOBO GALICIA